¿CÓMO, DÓNDE Y CON QUIÉN TOMAR AYAHUASCA?
1. Las sesiones de ayahuasca que se realizan en la selva peruana, se llevan a cabo por lo general durante la noche, normalmente se considera como hora de inicio las 9 de la noche. Los días más propicios para su ingesta son los días martes y viernes, puesto que los chamanes amazónicos consideran que los espíritus de la selva están más disponibles esos días.
2. Comúnmente se llaman “sesiones de toma de ayahuasca” y son ofrecidas por chamanes curanderos con experiencia exclusiva en el manejo de la planta sagrada. Estos curanderos asumen el nombre de “maestros ayahuasqueros”.
3. La ayahuasca es una bebida espesa, de aspecto marrón con un sabor y olor fuerte. Se bebe por lo general en una copita que es ofrecida por el maestro ayahuasquero. Se cálcula en función de la preparación de la bebida que la dosis que se debe suministrar a un adulto es de 30 a 50 cc. Una vez comenzada la ceremonia el participante es llamado oportunamente por el curandero e invitado a tomar en presencia de los demás. Numerosos curanderos invitan a beber por segunda vez cuando los efectos de la bebida no logran alcanzar los objetivos deseados, sobre todo cuando se trata de la primera experiencia. Esta regla sin embargo no es compartida por todos los maestros.
4. Si la decisión personal de tomar ayahuasca se ha formado, se recomienda en primer lugar hacerlo en la selva amazónica, donde es más probable que se garantice el respeto al contexto ritual que la medicina tradicional merece. Sin embargo, no es suficiente el hecho de realizar una experiencia en la Amazonía, por lo que resulta fundamental disponer de los recursos humanos idóneos, es decir de auténticos maestros “ayahuasqueros” que acompañen en todo momento el proceso de la toma de ayahuasca.
5. Las sesiones de ayahuasca pueden realizarse de modo individual o grupal. El numero de participantes en una misma sesión de ayahuasca varía según el propósito de la misma. Por la naturaleza de la experiencia resulta evidente que la atención personalizada desaparece cuando el número del grupo se incrementa. Los grupos más aconsejables según algunos maestros curanderos no deben superar las 12 ó 15 personas. Aquellos chamanes que manejan grupos numerosos en donde participan medio o un centenar de personas por ejemplo, pueden encontrar dificultad si sus ocasionales clientes necesitan atención personalizada en un momento determinado.
6. Las sesiones se realizan con toda propiedad por maestros “ayahuasqueros”, estos deben ser referenciados, es decir se sugiere que alguien garantice el servicio, la eficacia y entrenamiento de dicha persona. Este aspecto se supera por ejemplo, cuando existen los testimonios de pacientes tratados previamente por el curandero electo. Por otra parte, la bebida ayahuasca viene siendo convidada por iniciados en medicina tradicional y terapeutas entrenados para tal fin, los cuales muchas veces dentro de un contexto apropiado logran manejar con singular eficacia sus respectivos grupos. En cualquier caso, los chamanes amazónicos sugieren que la autorización para el acto de convidar plantas sagradas, exige un tiempo de entrenamiento no menor a los 5 ó 7 años de experiencia comprobada.
7. La situación cambia cuando la ayahuasca se ofrece en contextos aislados por personas inexpertas en su manejo, dejando de lado el contexto responsable, se mezcla inclusive la ayahuasca con otras plantas de poder. Es más hay grupos en donde se ingiere la bebida al libre albedrío con otras sustancias psicoactivas como la marihuana. Esta situación muy común en los países occidentales, trae consigo la degradación del valor de este recurso medicinal y los evidentes riesgos para la salud que conlleva la adulteración de la bebida al combinarla con otras sustancias, sin ningún criterio más que sorprender a la clientela ocasional y agenciarse de dinero inmediato.
8. Desde hace décadas los maestros ayahuasqueros han abierto espacios a la psicoterapia y las dinámicas grupales, motivo por el cual es común encontrar centros asociados entre chamanes y profesionales psicólogos, que como es obvio garantizan con mayor consistencia el modelo de tratamiento y la calidad del servicio. Muchas personas hoy en día valoran el hecho de participar en ceremonias de ayahuasca con equipos de trabajo compuestos de chamanes, asistentes sanitarios y profesionales presente en la sesión. Numerosos psicólogos se encuentran a la vanguardia de trabajar con los recursos de la medicina tradicional, pero los maestros curanderos demandan que aún cuando estos sean profesionales deban someterse igualmente a una experiencia personal con plantas de poder y retiros amazónicos.
9. Hoy por hoy, existen numerosos grupos de chamanes asociados los unos con los otros. Existe la intención de unificarse y crear redes sociales de curanderismo, lo cual es una situación que solo puede mejorar el perfil y panorama social de las medicinas tradicionales. El asociarse promueve que se compartan reglas deontológicas de servicio y que la medicina tradicional encuentre representación para efectos de políticas de salud pública.
La ayahuasca es una medicina que abre el canal de la visión, un sendero que puede transformar y dar sentido existencial. Este tipo de medicina solo puede ser útil cuando existe apertura mental, de modo que pueda generar autoconocimiento por el tipo de información que se recibe cuando se participa de las sesiones. En cualquier caso se recomienda realizar sesiones de modo responsable, dentro de un contexto ritual-ceremonial de respeto a las plantas sagradas de los pueblos originarios de la Amazonía, como el caso de la ayahuasca.
De: "CONSEJOS PARA EL PSICONAUTA DE LA AYAHUASCA"
Fuente: www.takiruna.com